10 situaciones de tierra trágame

Entra y recuerda con estas diez situaciones la de veces que te has muerto de vergüenza y has intentado esconderte tras una capa de invisibilidad, pero el rojo tomate de tu cara no te ha dejado.

1. Empecemos por una triste. Que te hagan la cobra o, en su defecto, besar a alguien y que se quede con cara de “ola k ase” y lástima por ti. Si es con alguien que acabas de conocer no hay problema; si es con una persona con la que llevas tiempo tonteando y por fin te has lanzado, es la típica patada en el estómago que te deja rojo y tartamudeando.

2. Saludar a un desconocido. De lejos parecía tu compañero de clase…pero después del “Hola”, te has dado cuenta de que es otra persona. Y sigues para delante con una sonrisa de “vamoh a irnoh”. Lo malo es como le saludes en el metro y no puedas cambiarte de vagón.

3. Sonrojarte mucho. MUCHO. Este es un caso de vergüenza ante la vergüenza de pasar vergüenza. Me explico: si tienes la piel blanquita o fina y sensible, y eres como yo, cada vez que te pongas rojo por cualquier tontería parecerás un subrayador fluorescente. Y la gente se reirá amistosamente de lo rojo que estás, harán broma sobre ropa roja, serás el maldito centro de atención de miles de personas...y al final toda tu sangre se concentrará en tu cabeza hasta que explote. Ese rojo no lo tapa ni la capa de invisibilidad de Harry.

4. Whatsapp a persona equivocada. Ese momento en el que vas a criticar a alguien y se lo pones a ese alguien; ese momento en el que haces una captura de pantalla de algo que ha dicho en un grupo para reírte con algún amigo y pasas la captura por ese grupo; ese momento en el que hablas de alguien sin darte cuenta de que esta en el grupo de whatsapp…miles de momentos que sacan lo peor de nosotros, y te hacen plantearte borrar whatsapp e instalar esa cosa que usan los hipsters llamada Telegram. El típico fail.

5. Encontrarse con alguien en el supermercado. Cincuenta veces. “Ey! ¿Qué, comprando no? A eso vamos! Adiós!”. Al siguiente pasillo. “Ey! Jajaja”. Y al siguiente. Y al doblar la esquina de refrigerados. Y al pasar por la charcutería. Y cogiendo condones. Y así todo el rato. Ya no sabes que cara poner, si decir algo, si sonreír y ya…y lloras. Y todos lloran. Y Maggie se ríe. Es tan rica esa Maggie.

6. Cuando estás con tu amigo/pareja y una persona desconocida que te acaban de presentar, y te dejan solo con ella. Mientras piensas cuando leches va a volver tu amigo del baño, intentas preguntar cosas sobre la vida de tu interlocutor sin parecer demasiado retrasado.

7. Escenas de sexo y tus padres. Da igual que tengas 50 años y tus padres 80. Siempre va a ser realmente incómodo ese momento en el que viendo una serie o una película juntos aparece una escena erótica o de sexo explícito. Todos intentan mirar a la pantalla sin mirarse a la cara hasta que pase la escena, pensando en lo que estará pensando el otro familiar. Es la razón por la que ponen en las películas el límite de edad, para que los adolescentes sepan lo que va a pasar si ven esa película en familia.

8. Saludar a alguien y que te hagan caso omiso. Es asimilable a un “Give me five” fallido. Vas por la calle con amigos, pareja, quién sea; te cruzas a una persona que conoces, le saludas efusivamente  y pasa de ti como nuestros políticos pasan de formar gobierno. Y te sientes humillado, e intentas arreglarlo con una frase tipo: “No me habrá visto jaja”. Como situación parecida encontramos el momento en el que te presentan a alguien y vas a darle dos besos y esa persona extiende la mano. Vete a tu casa y llora debajo de las sábanas.

9. Ver que se acerca un conocido de lejos. En realidad, es muy incómodo. Os miráis, pero es demasiado pronto para saludar; tampoco tiene sentido ir mirándoos hasta que os encontréis. Pero tampoco sabes si mirar a otro lado. ATENCIÓN: puede ser peor. Esa persona puede ser tu vecino que te esté sujetando la puerta del portal, e intentas ir rápido para no hacerle esperar pero sin llegar a correr, porque no tendría sentido.

10. Ese momento en el que alguien pregunta o dice algo, y tú respondes cuando en realidad se estaba dirigiendo a otra persona. Eso te pasa por egocéntrico. Tierra trágame.

Graduado en Derecho, estudiante de máster, ciudadrealeño de nacimiento y madrileño de adopción/elección. Aprendiz de ilusionista y de escritor. Amigo en potencia (para desconocidos) y en acto (para ya íntimos). Ni el fuego ni internet; el mejor invento ha sido la escritura.
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