13 cosas que haces y volverás a hacer si eres muy vago

Todo vago que se precie ha hecho alguna de estas cosas al menos una vez en su vida.

@carlag221

Si estás leyendo esta frase y ya te está entrando pereza, enhorabuena, eres de los nuestros. 13 cosas que los vagos hacemos:

1. Desde que decides comer hasta que realmente comes pueden pasar horas. Bueno, en realidad pueden pasar horas desde que decides hacer cualquier cosa hasta que la haces.

2. Sueñas con poder teletransportarte.

3. Levantarte de la cama te supone un trauma emocional muy importante.

4. Has dejado de salir alguna vez porque vestirte te suponía un esfuerzo sobrenatural.

5. Si te quitan el rato de sofá de después de comer te deprimes.

6. Lo del deporte...

Has decidido por vigésima vez que ibas a empezar una rutina y que ibas a hacer deporte todos los dias sobre las 17:00 pero resulta que a esa hora el sofá está muy calentito asi que decides aplazarlo media hora y así hasta que ves que es la hora de cenar. En ese momento te dices a ti mismo "Mañana a las 17:00 sí que sí que sí me voy a correr o algo" pero en realidad todos sabemos que esto será lo máximo que hagas.

7. Cuando vas por la calle y estás muy cansado deseas con todas tus fuerzas que la ciudad estuviera cubierta de colchones para poder desplazarte por ella haciendo la croqueta y no tener la necesidad de ponerte de pie en ningún momento.

8. Hay días en los que hacer algo que no sea cama-sofá cama-sofá no es ni siquiera una opción.

9. Sabes que si tuvieras un poder sería telequinesia.

10. Has cenado palomitas o algo por el estilo alguna vez porque cocinar es muy cansado y requiere estar de pie.

11. Cuando estás en clase muy muy aburrido, te consuela el hecho de que por lo menos estás sentado.

12. Tardas media hora en meterte a la ducha y otra media hora en salir, mínimo.

13. Te has quedado dormido en el sofá más de una vez por no levantarte e irte a la cama.

Mientras leías esta lista no se te iba esta imagen de la cabeza y como no te hace ninguna gracia has decidido que ibas a dejar de ser un vago de mucho cuidado. Aunque, claro, como buen vago que eres has pensado que hasta mañana no empiezas.