15 cosas que todas las mujeres hacemos cuando nos gusta un chico

Cuando nos sentimos atraídas por un chico, se nota. Y mucho.

Cuando nos atrae un chico desplegamos una serie de señales que nos delatan. Repasemos esas 15 cosas que todas las mujeres hacemos cuando nos gusta un chico.

1. Cuando estamos delante del chico que nos gusta, solemos tocarnos mil veces el pelo, nos lo enroscamos en un dedo o jugueteamos con el flequillo de forma involuntaria. Nos retocamos el maquillaje, la barra de labios, la máscara de pestañas, nos bajamos el escote, metemos tripa, sacamos pecho, andamos moviendo exageradamente el culo.

2. Nos entra la risa nerviosa.  De alguna forma nos hacemos notar, subimos el tono de la voz o simplemente nos reímos así de forma brusca y descarada.

3. Las reinas del disimulo. Si no estamos muy seguras de lo que siente el chico que tenemos enfrente, fingimos que no nos interesa, pasamos olímpicamente de él, evitamos hablarle, aunque después le estemos mirando de refilón, atentas a cada uno de sus movimientos.

4. Somos las mejores amigas de su mejor amigo. Tenemos que sacar la máxima información sobre nuestro hombre deseado: ¿qué hace? ¿con quién queda? ¿tiene amigas especiales? ¿qué le gusta hacer?

5. Roces casuales. Buscamos la forma de estar lo más cerca  de él. Y así como que no quiere la cosa, le tocamos la mano,  el brazo o la típica palmadita en la pierna seguido de un comentario brillante:  “¡ay que gracioso! y sonreímos de una manera especial, y seductora.

6. Miradas intensas. Le miramos fijamente, y cuando nos descubre “in fraganti”  apartamos rápidamente la mirada. Y esto se convierte en un enorme dilema. Tu lo que quieres saber es si te está interesado en ti, le miras, él de repente te devuelve curioso la mirada, pero no sabes si por que le gustas, por saber si le estás mirando o porque simplemente tiene un ego que ahoga.

7. Suspiros. A veces uno detrás de otro, otras de forma aislada. Suspiros que hablan de conversaciones ficticias, de tenerle cerca y darle un abrazo, de un beso, de un amor correspondido, otras veces de un amor imposible y que duele.

8. Decimos millones de tonterías. Chistes malísimos que no tienen nada de gracia pero que para nosotras es la bomba. Alguna anécdota súper tonta y que nos hace desternillarnos de risa. Intentas quedar bien, decir algo con gancho y lo que te sale es la mayor tontería que has dicho en tu vida. 

9. Facebook. Te conectas en Facebook para ver si te habla, y esperas con ansia que se encienda esa lucecita verde. Te mueres de ganas de que te hable, tú ya lo has hecho varias veces y no quieres parecer tan desesperada. Cuando ya te da igual todo, y no puedes soportar verle ahí conectado y que no te hable, decides lanzarte a la aventura y le dices el clásico “hey u hola”. Estáis unos minutos hablando, y a pesar de que tienes unas ganas inmensas de seguir conversando con él dices “ay me tengo que ir”.

A veces ocurre que te conectas, le ves conectado y te desconectas rápidamente, simplemente para llamarle la atención. Aunque luego te entren los remordimientos porque piensas que ha sido demasiado rápido  y quizás no le ha dado tiempo para ver quién estaba conectado en el chat del Facebook. 

10. Ponerle celoso con algún amigo. Lo hacemos de forma natural, instintiva, queremos averiguar si él siente lo mismo que nosotras. Entonces, intentas ponerle celoso, hablando con algún amigo suyo o con cualquiera que pilles por la calle.

11. Somos mono-tema. Que si me ha mirado de una forma especial, que me ha preguntado no sé que y seguro que le gusto. O directamente preguntamos a nuestras amigas: "¿Tú crees que le gusto? ¿Tendrá novia? ¿Hacemos buena pareja?". Y tus amigas ponen esta cara y dicen muy despacio mientras te miran fijamente, "no tengo ni idea".

12. Disponibilidad 24 horas. Para él siempre estaremos disponible, estemos en la Luna, en China, o en Finlandia.

13.  Le llamamos por cualquier cosa. De repente nos hemos olvidado de apuntar los deberes de la clase de inglés, no nos acordamos de qué día era el examen o qué había que hacer para el trabajo de filosofía.

14. Espías. Le buscamos en los lugares que normalmente frecuenta, y nos hacemos las sorprendidas cuando le encontramos. Y decimos algo así como esto: “¡pero qué casualidad tú por aquí!”.

15. Expertas de su vida.  De alguna forma hemos logrado averiguar todo eso que nos quitaba el sueño. Y después de muchas horas de investigación, sabemos cuántas novias ha tenido, cuáles son sus hobbies, quién le gusta o le ha gustado, qué hace por las noches, cuál es su sonido favorito, etc.

Redactora en The Idealist, me gustan los cafés bien cargados, devorar los libros y aspirar el olor de sus páginas, las margaritas, los helados de chocolate y el olor a vainilla. Soy amante del Social Media, de la escritura y del buen humor.
Utilizamos cookies para personalizar su experiencia. Si sigue navegando estará aceptando su uso. Más información.