15 razones por las que nunca deberías enamorarte de un escritor

Nunca te enamores de un escritor, no lo hagas.

El amor de un escritor reabre viejas heridas para volcar sus emociones en papel, y busca la inspiración en lugares remotos. Los escritores son despistados y muchas veces desorganizados porque tienen el corazón en las nubes y la mente impregnada de tinta y papel. “Más vale prevenir que curar”, si te vas enamorar de un escritor, primero lee estas 15 razones para que nunca digas que nadie te advirtió.  

Nunca te enamores de un escritor:

1. Porque buscará la soledad para crear. 

2.  Y tu compañía para no sentirse solo por la noche. 

3. Porque te amará con locura, sin límites, sin tiempo, pero eso sí, te amará a su manera. Y quizás no es la que tú necesites. 

4. Porque te ilusionará muy rápido. No habrá rutinas, no habrá mañana, no habrá dolor, no habrá nadie más que vosotros y la luna. 

5. Porque son gente muy rara, y te dirán cosas como, “respira, huele a ti”. 

6. Porque nunca sabrás si de quién escribe eres tú o alguien más.

7. Porque a veces, preferirá la tinta y el papel que estar a tu lado.

8. Porque cuando habléis muchas de las conversaciones terminarán con un libro que leyó o un cuento que escribió. 

9. Porque es demasiado soñador y siempre tendrá un píe en el cielo, en nubes de algodón de azúcar, y otro en la tierra. 

10. Porque en lugar de desahogarse contigo, lo hará en papel. 

11. Porque la mayoría de las veces te lo encontrarás con gafas, el pelo despeinado, con una libreta y un lápiz en la mesa, y un libro en las manos. 

12. Porque perseguirá un amor perfecto, semejante al de los héroes o heroínas de sus libros favoritos. 

13. Porque a veces suelen ser gente muy melancólica. Y te los encontrarás con los ojos tristes y las sonrisas rotas. Y otras veces son súper optimistas con un cajón lleno de sonrisas enormes para regalar. 

14. Porque estará más ocupado construyendo los personajes de sus novelas que viviendo su propia vida. 

15.  Porque sin tocarte ya te ha enamorado. 

Redactora en The Idealist, me gustan los cafés bien cargados, devorar los libros y aspirar el olor de sus páginas, las margaritas, los helados de chocolate y el olor a vainilla. Soy amante del Social Media, de la escritura y del buen humor.
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