25 geniales ventajas de vivir solo

Compartir piso está sobrevalorado, no hay nada como disfrutar de tu casa sin que nadie te moleste.

1. Puedes tumbarte en el sofá siempre que quieras. Estará siempre libre para ti y a tu absoluta disposición.

2. Salvo por ese extremo que tienes lleno de ropa. Porque esparcir el contenido de tu armario por toda la casa resulta inevitable.

3. Puedes limpiar y recoger cuando te apetezca y, por lo tanto, cuando no te apetece, no.

4. Porque tus propias manía son las únicas que tienes que aguantar, y hasta disfrutarlas.

5. Puedes poner el tipo de música que prefieras, cuando te apetezca, y todo lo alta que quieras (hasta que el vecino golpee la pared).

6. Pero que el vecino no llame a la puerta, porque estarás con tus peores pintas y no tienes ninguna intención de abrir la puerta así.

7. Es lo bueno de no tener que estar ni presentable (ni agradable) por si acaso llegan visitas de tus compañeros.

8. En cuanto a la comida, tú eres el único responsable de que se acabe. (Esta vez no cuela decir que ni probaste el chocolate).

9. La lavadora, el tendedero, la cocina… ¡Siempre están libres!

10. Además cuando haces café te dura para toda la semana.

11. Siempre puedes elegir qué ver en la tele.  

12. Puedes hacer fiesta sin necesidad de consultar.

13. Y no tienes que tener cuidado al volver por si acaso despiertas a alguien.

14. Nadie (salvo quizá el contrato de alquiler) se opondrá a que tengas mascota(s).

15. Eres el dueño del termostato. Ya no habrá lucha entre los que se sofocan y los que se congelan.

16. Eliges la decoración de tooooda la casa. Fotos con los amigos, dibujos, tu colección de posavasos, señales de tráfico… El límite sólo lo marca la fianza.

17. Se acabó el hacer de secretaria y repetir la frase “sí, ahora se pone”.

18. El wifi nunca va lento.

19. Puedes acaparar el baño tooodo el rato que quieras (me visto, me maquillo, me peino, me contemplo, me quedo dormido en la taza del váter). Además de llenar todos los armaritos de frascos y botes.

20. Y ducharte con la puerta abierta. Incluso pasearte desnudo (cuidado con las ventanas).

21. Puedes comportarte todo lo raro que quieras.

22. Estudias o trabajas en casa sin ninguna distracción

23. Puedes pasar el día en la cama sin que nadie te pregunte si sigues vivo.

24. Ya no te atormenta el despertador de tu compañero cuando se ha ido el finde y se olvidó de apagarlo.

25. Estas totalmente a gusto cuando no apetece socializar con nadie.

Pero claro, también echas muchísimo de menos esos mimos y cuidados que sólo tus compañeros de piso saben darte cuando has tenido un mal día.

[Colaboración: Alfondodeltodo]

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