6 fases que todas pasamos cuando tenemos la regla

Chicas, ¿recordáis cómo reconocisteis con miedo o vergüenza que os vino esa cosa tan abismal llamada regla? Alguna se lo tomó con la pachorra más absoluta. Era incomprensible, venía sin avisar el día menos pensado y en ocasiones el día más oportuno (sarcasmo al poder). Recuerdo la frase “ya eres mujer” ¿y qué era antes, una cabra?

Pues bien, cuando ya eres experta, sabes si te viene como un reloj o cuando le da la gana, su duración, que te duele que no te duele… mientras tanto puede que vengan una serie de fases en que las hormonas de tu cuerpo se revolucionan haciendo una fiesta descontrolada dentro de ti.

1. Drama mode on. Da igual si es una película de comedia, un anuncio, un libro o tu vida misma todo se convierte en lloriqueos constantes sin motivo, contenerse las lágrimas no sirve de nada, ella ha invadido.

2. Como toques los cojones verás tú. Para mí uno de los peores, el mal genio está allí, estas anti gente no quieres ver al tato, ni que te contradigan ni menos que te provoquen porque te rebotas y se acabó, para la otra persona, claro.

3. Bienvenida. Pasa en muy pocas ocasiones pero te alegras o te alivias de su llegada.

4. Estrés, estrés, estrés. No puedes controlarlo, te agobias con todo, no hay nada que te salga bien y deseas que se marche de una vez por todas.

5. Chupa energías. Te quita las ganas de hacer cosas, quieres encerrarte en tu cosa e hibernar hasta que pase.

6. Cóctel de emociones. Puede haber un monstruo que haga tener algunas o todas las fases mencionadas anteriormente en un día o durante esos días, nada agradable de ver.

En fin, es así y quien diga lo contrario miente, podéis pensar que son estereotipos pero es inevitable. Permitirme añadir algo más que detesto, los anuncios de compresas. ¿Pero en que cojones piensan? Hacen que parezca todo perfecto en que la mujer aparece tan feliz, bailando, riendo, cantando o lo que sea como si ponerse dicha compresa de X marca fuera algo maravilloso que haga que no exista ninguna de las fases mencionadas, cuando en realidad somos un feto viviente que quiere estar en la cama sin que nadie estorbe. Y dejarme decir que las mujeres de esos anuncios ruedan sin la regla fijo. He dicho.