6 problemas a la hora de tener curro en verano

Empieza el verano, empiezan los planes pero, ¿de dónde vas a sacar el dinero?

A punto de llegar otra vez el veranito, pero antes algunos tenemos que pasar la temida recta final: trabajos a full, exámenes y en algunos casos las malditas recuperaciones que remata la poca energía que te queda. En fin, luego llega ese deseado verano que si playita, que si salir con los colegas, que si barbacoas y ¿por qué no? Algún respiro de unos días fuera de tu zona.

Ya claro, todo es perfecto y maravilloso ¡pues no! Porque a no ser que te lo puedas permitir, está la típica frase que sale de esa voz adulta que te para los pies diciendo “¿Y de dónde vas a sacar el dinero?” Todos esos planes a la M.

A pesar de ello, no todo está perdido, hay una solución: Tener un trabajo. En fin, buscarlo no es difícil, pero que te contraten… Cágate lorito. Vamos a ver los problemas de encontrar trabajo.

1. ¿Qué se te da bien? Es hora de rescatar ese Curriculum y ver que has hecho. Si hay que añadir algo, si tienes experiencia laboral, poner alguna foto decente y actual… Buf estrés.

2. Descartemos. Tu mente se pone a pensar y empiezas a tachar mientras vas diciendo excusas de porque no te mola la idea de trabajar en esto o para quién; que si el horario no está adecuado a tus necesidades o que pagan muy poco (la vida es muy perra, da gracias si te conceden por lo menos una entrevista).

3. Equilicuá. Una vez elegidas las opciones de curro es hora de enviar ese curriculum por internet y una explicación de porqué eres apto para el trabajo. Si eliges la opción Face to Face pueden pasar dos cosillas: que te lo reciban y todo guay o que te toque el más o la más borde del mundo con un “no lo quiero” por respuesta.

4. Tic Toc. Ese sufrimiento esperando una llamada, un mail, un SMS puestos a pedir, es insoportable.

5. ¡Por fin! Menos mal, alguien te ha considerado. Aunque llegó la temida hora de la entrevista, elegir la ropa que te vas a poner, que llevar en la mano, pensar en que te preguntaran, que omitir para no cagarla… Una vez la haces te quedas más tranquilo y es entonces cuando te dicen “ya te llamaremos”, alarguemos ese sufrimiento ¡di que sí campeón!

6. Viviendo al límite. Para finalizar esperando la dichosa llamadita final que si es un sí olé tú, pero si llega a ser un no… Frustración máxima y vuelta a empezar.

Sobrepasando las dos décadas. Hay muy pocas cosas en las que verdaderamente creo, entre ellas: el poder de la libertad de la escritura y la música.
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