7 maneras de ser menos desastre (o al menos intentarlo)

Puedes parecer lo que quieras, salvo si intentas evitar no ser un desastre. Por mucho que te lo quieras tomar co...

Puedes parecer lo que quieras, salvo si intentas evitar no ser un desastre.

Por mucho que te lo quieras tomar con gracia y aceptación, si eres de esos típicos "desastres", cargas con una desgracia grande, sucesos infelices y aun encima, lamentables. No es que lo digamos nosotros, sino la Real de las academias, y ya sólo con ese nombre tiene pinta de ser de las importantes.

Así que, ya puedes limpiar la casa y hacer creer a tus compañeros de piso que eres un tipo inteligente, pero recuerda, si eres un desastre, olvídate de lo de aparentar, se notará nada más entrar por la puerta. Esa bufanda la llevas arrastrando desde que te conocen (y raro será si algún día se te deja de caer). Tomad nota, estas son 7 maneras de ser un poquito menos desastre. O al menos intentarlo.

1. Lleva los auriculares enganchados siempre al móvil. Esta práctica es algo así como cuando te sacaban de excursión y no podías soltarle la mano al compañero, así será más difícil de perder. De esta manera, evitas dejar por ahí tu tercer par de cascos del mes, y si además vas escuchando música, sabrás que el móvil aún sigue en el bolsillo. Será un acto reflejo, pensarás, “ay dios, ¿dónde he dejado el móvil?”, y la musiquilla hará que pares de sudar. Nunca Alex Ubago sonó con tanto alivio.

2. Deja de decir que te lo han robado. La gente que te conozca no se lo creerá y los desconocidos sentirán pena por ti. La historia de que aquella plaza era el punto rojo de los carteristas no es excusa para que olvides tu cartera en la barra del bar. Afróntalo y deja de lloriquear.

3. Simple: Haz memoria. Es la mejor aliada para ser consciente de cómo perdemos la dignidad.

4. Aleja cualquier objeto del retrete y no dejes nada sobre el lavabo, por mucho que estés mirando lo que sea que has dejado encima, por mucho ojo encima que le estés poniendo y pienses, “recógelo al subirte el pantalón” no lo harás. Ser un desastre viene de serie, no es una pieza que se pueda cambiar. Va en serio.

5. Lleva una cartera horrorosa y grande. Al cabo de un tiempo, comprenderás que es estúpido invertir dinero en algo que vas a perder, y que a la vez, te hará ser más pobre. Cuánto más fea y hortera mejor, así llorarás menos.

6. Guarda el dinero en el calcetín. Esto no solo nos lo advirtió madre, sino la peli Eurotrip con el tostón de la guía Frommer. Da muy buenos resultados, os lo aseguro.

7. Busca el lado positivo. Ser un desastre no es el fin del mundo, por muchas maletas que hayas olvidado en el aeropuerto y ya no te quede más ropa que usar de tus ancestros. De hecho, se puede llegar a recompensar con otros aspectos. Pierdes el sombrero pero la grúa no se ha llevado tu coche, debe ser algo así como la ley del equilibrio, o del Karma, o quizá se lo haya escuchado decir a Sandro Rey. No lo sé.

Si has llegado hasta aquí te recordamos que te pases por la cocina, seguramente te hayas olvidado apagar algo.

[Colaboración: @ElisaSanchez_]

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