7 villancicos sin sentido que llevas cantando toda la vida

Ahora que llega la Navidad, necesitamos analizar los valores que transmitimos a nuestros hijos con los villancicos. O no volverles locos. Atentos a estas escalofriantes letras.

1. “Yo me remendaba yo me remendé, yo me eché un remiendo yo me lo quité”. ¿Cuál es el problema del escritor de esta letra? Es decir, ¿por qué se echa un remiendo? ¿Por qué se lo quita?¿Por qué los sugus de piña son azules?

2. “Ande, ande, ande, la Marimorena, ande, ande, ande que es la Nochebuena”. Esta letra tiene menos sentido que las canciones de los cuarenta principales. La Marimorena, sea quién sea, tiene que andar porque es Nochebuena. A mi juicio, fue una letra creada por un marido que quería pasar la Nochebuena sin su suegra, la Mari, que era morena.

3. “Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver a Dios nacido. Beben y beben y vuelven a beber, pero mira como beben por ver a Dios nacer”. Esta letra, probablemente, la escribió Ralph Wiggum. Además, ¿el resto del año los peces no beben? ¿Se refiere a que están bebiendo champán, por lo que son unos peces muy alcoholizados (beben al menos seis veces)? ¿Estamos ante un villancico patrocinado por Freixenet? Tengo muchas dudas respecto a esta letra.

4. “Ya viene la vieja con el aguinaldo, le parece mucho le viene quitando”. Canción que unos nietos muy enfadados con la tacaña de su abuela escribieron contra la misma. Pobre mujer. Con lo mal que están ahora las pensiones...

5. “Campana sobre campana, y sobre campana una”. No entiendo qué clase de profesional campanero ha puesto una encima de otras. Ni tampoco que tiene que ver que estén una sobre otra y tengas que salir a la ventana para ver al niño e la cuna. Yo saldría para ver esas campanas.

6. “Pampanitos verdes, hojas de limón, la Virgen María, Madre del Señor”. Esto nos demuestra lo fácil que es hacer un villancico. Aquí otro: “Hojas secas, tronco marrón, mesa de madera, Jesús de mi corazón”. Ya está. Hit navideño.

7. Y para terminar, un villancico que esconde apología de la violencia y nadie se da cuenta. “Arre burro arre”. ¿Conocéis el villancico entero? Os muestro otro párrafo menos conocido: “En la puerta de mi casa, voy a poner un petardo, “pa" reírme del que venga, a pedir el aguinaldo”. Y si seguís el resto de la letra, no mejora. ¿Qué clase de valores trasmitimos a nuestros vástagos? “Que el que quiera comer pan, que no venga a mi cena; en el portal de Belén, la Virgen es panadera”. Ole el espíritu navideño. A obligar a trabajar a una mujer que acaba de parir. Y nada de compartir tus cosas. Hombre ya.

Conclusión: probablemente, los compositores de estas letras odiaban la Navidad, sufrían traumas, y querían acabar con ella. Pero les salió mal. Y nosotros no analizamos lo que cantamos. De ahí viene el reggaeton.