8 actividades a las que dedicabas tu tiempo gracias a Windows 98

Además de las cuatro horas que te pasabas para conectarte a internet, lograbas sacar algo de tiempo para hacer esto.

Te sientas en el escritorio frente al ordenador, pulsas el botón de encendido y apenas pasan segundos antes de estar delante de la pantalla de inicio, esa que ya no está decorada con collages de NeNiKa StyLe. Sin embargo, no fue siempre así, antes no se llegaba y se besaba el santo, no era tan sencillo ponerse a jugar al Age of Empires o hacer algunas de estas cosas a las que dedicabas tu tiempo frente al PC allá por el cretácico:

1. Tu Pentium II ya se estaba calentando cuando tú aún no habías acabado tu primera obra picassiana. Como ya mencioné en otro post, ninguno de nosotros somos conocedores del potencial que se ha depositado en las láminas en blanco de Paint. 

2. Bórra de tu mente los conocimientos de Photoshop, InDesign o Illustrator, porque los verdaderos montajes son los que hacías gracias a los letreros de Wordart y sus maravillosas combinaciones de colores y formas. ¿Habrá un Bansky en tu interior y aún no lo sabes?

3. No había mayor tensión que la de echar una partida al buscaminas, y jugárselo todo a un último click después de una gran jugada de al menos cuatro minutazos. ¿Cómo van a saber los preadolescentes de hoy en día qué es el riesgo si nunca han visto los ojos de esa carita cruzados?

4. Yo abría los juegos de cartas que venían instalados en el ordenador, el solitario y el otro, cuyo nombre ya no recuerdo. Me limitaba a hacer click intentando ganar sin saber cómo, porque cuando parecía que le pillaba el tranquillo una jugada me rompía mis esquemas. Una vez quedé segunda.

5. Otra situación usual era esta: "Mamaaaaaaaaaaaaaá, cuelga, que no hay internet", después de haber estado escuchando ese pitidito durante un buen rato para ver si se establecía la conexión o no. Los dramas del primer mundo.

6. Unos añitos más tarde ya, pasabas las horas de tu día en la página de minijuegos. ¡Cuánto tiempo ahí muerto!, ¡cuántas paradas para merendar para volver a jugar a cualquier chorradilla! Pero eso sí, te acababas creyendo maquilladora de las estrellas, ¡me río yo del contouring de las Karsashian!

7. A intentar borrar toda la mierda que habías metido en el ordenador de Softonic por tal de probar un juego durante un mes gratis. Y es que no parabas de ponerle obstáculos al pobre PC al que ya de por sí le costaba arrancar. 

8. Cuando ya la tarde llegaba a sus horas más conflictivas, te metías en el foro de SuperPop, y ya podías llevarte por ahí mirando comentarios absurdos hasta las diez de la noche. Luego probablemente no podrías dormir, porque lo que las niñas volcaban ahí era cuanto menos peliagudo. En ese blog había muchachas que todavía, ya por aquella época habían vivido más que todos nosotros juntos.

Y así, vuelta a empezar día tras día, y no hablo de Messenger porque eso sería abrir y reabrir otro capítulo.

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