Siempre hay alguna serie, película o algunos libros que nos marcan en nuestra adolescencia en algún sentido, y Stephenie Meyer, se encargó de hacerlo con su saga "Crepúsculo", que afortunadamente (eso está por ver) contó con cinco películas que complementaron a los cuatro tomos originales. Pero claro, no todo iba a ser bonito, en este mundo no siempre hay productos tan buenos como los libros de Tolkien y sus respectivas películas, los de R. R. Martin o J.K Rowling, por eso esta semana presento las 8 cosas (como mínimo) a olvidar de la saga Crepúsculo.
1. Pocos personajes han sido tan planos como Isabella (Bella) Swan. Esa muchacha que a lo máximo que llegó fue a buscar la muerte desesperadamente y a debatirse entre un vampiro y un hombre lobo, sin sentido además, todos sabíamos que se iba a quedar con Edward, como es normal (¿qué le veía a Jacob?).
2. En la primera película, Crepúsculo, hay un momento que jamás debería haberse filmado: la "grimosa" intervención de Eric diciendo "La Push, pequeña, La Push". ¿Qué pasa con tu vida?, o sea, basta.
3. El bebé-niña Renesmee hecho por ordenador, ante eso, sólo queda aplaudir.
4. Las múltiples y expresivas caras de Kristen Stewart.
5. La necesidad de Jacob de quitarse la camiseta cada dos por tres, al más puro estilo Mario Casas. Si ya nos habíais enganchado con los libros, no había necesidad de tanta exhibición.
6. La forma en que Edward subía a los árboles, ¿podía ser un poco más creíble? Solo un poquito...
7. No era nada realista. Pero no porque hubiera seres sobrenaturales, sino porque esa mujer iba muy bien en los estudios y hacía de todo menos estudiar, que si ver a Edward tocar el piano, una escapadita en plan loca a una librería tenebrosa, lanzarse por un acantilado...¡Qué no mujer, qué no!
8. Llamar "imprimación" a la locura de enamoramiento entre Jacob y Renesmee. ¿En qué momento dijo Meyer "me parece bien identificar el amor con un proceso en el que una superficie se prepara para ser pintada"? Espero que en el idioma original no fuera esa la palabra utilizada. Además, se enamoró de un bebé, él un hombre hecho y derecho, al que antes le gustaba la madre de ese bebé, ¿pero qué clase de personas somos?
Y bueno, como estos momentos muchos otros de la saga, que ahora no recuerdo, y que no será por no haber visto la primera película como mínimo cinco veces y haber leído los libros como tres veces cada uno. Sin embargo, admitámoslo o eras "Team Edward" o "Team Jacob"; amabas u odiabas a "Robsten"; hacías como que te gustaban todas y cada de las canciones de la banda sonora de las pelis y lloraste cuando en "Luna Nueva", Edward se marcha dejando a Bella ahí, sola en su soledad, teniendo a Eric diciendo "La Push pequeña, La Push".