9 cosas que echarás de menos de la universidad

Todo lo bueno se acaba.

Seguro que en alguna ocasión has dicho: “Qué ganas tengo de terminar”, sobre todo en época de exámenes. Pero no te engañes, dentro de unos años, cuando veas fotos o encuentres una pila de apuntes por tu casa recordarás aquellos maravillosos años y sonreirás. Sí, hay momentos que solo vivirás en la universidad, momentos que por supuesto no volverán. Así que, disfrútalos, que todo lo bueno se acaba.

1. Las fiestas. Fiesta un miércoles, un jueves, un viernes… Cuando sea, y no te da pereza. Una maravilla. Vivan las relaciones sociales. Fiesta de fin de exámenes, de comienzo, fiesta de Medicina, de Periodismo, de la carrera que sea. Será por fiestas. Ahora lo recuerdo y no puedo creer que fuera a tantas fiestas.

 

2. No hacer nada. Aparecer por la universidad a las ocho y media de la mañana e irte a las dos sin haber entrado a ninguna clase. Empiezas con un café con alguien, enlazas con el almuerzo con otros y cuando te das cuenta, oye, que se ha hecho la hora de comer y ni una clase ni media. A casa. Mañana será otro día. Total estoy en la universidad.

3. Biblioteca. Ese lugar que seguramente luego visites muy esporádicamente y que durante la etapa universitaria conoces tan bien. Las risas, los ligoteos, las miraditas. Es increíble la creatividad absurda que brota de tu mente en una biblioteca. Se echa de menos.

4. Aprender juegos diversos. Si terminas la universidad y no has aprendido cinco juegos distintos de cartas, tres de dominó y dos de dardos, algo has hecho mal.

5. “Ya iré mañana”. Daría lo que fuera por despertar en la cama y pronunciar esta frase. Pronunciarla, llevarla a cabo y seguir durmiendo. Esto cuando trabajas es un imposible, cuando estás en la universidad es tan factible… Si no vas un día no pasa nada, ni dos ni tres.

6. Trabajos en grupo. Parece que no, pero si te toca un/a aplicado/a en el grupo ese trabajo va a ser gloria bendita. Con nota. Pocos trabajos en grupo de esas características harás los años posteriores.

7. Cotilleos. Los cotilleos y rumores que corren por las universidades son únicos y dan tanto juego… Sí, el profesor o profesora que se ha liado con un o una alumna, ¿no has escuchado este rumor? Eso es que no vas mucho por la universidad.

8. Amores. Existen los amores de verano y los amores de universidad. Encontrarte con esa persona por el pasillo, en la cafetería, aprenderte sus horarios… Una motivación añadida para ir a la facultad. No suelen durar más allá de los años universitarios (hay excepciones) pero son bonitos de recordar.

9. Amigos. A los que ves todos los días, esos que te conocen mejor de lo que tú piensas. Los echarás de menos cuando acabes la universidad. Aunque también es cierto que los amigos “de verdad” que hagas en la facultad serán para toda la vida. Palabra. A mí me llevan aguantando doce años. Sin duda, lo mejor que me he llevado.

Caótica, impulsiva, periodista... Juro que en otra vida seré notaria. Mis días entre letras y folios en blanco. Leo, escucho, observo, mareo un bolígrafo entre mis dedos; y justo después de hacer todo eso, me siento y escribo. Mi primera novela 'El Séptimo punto de Selleck'.
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