Donde tu madre ve un expositor de Zara un día de rebajas, tú eres capaz de apreciar una armonía perfecta pero, irremediablemente, a veces llega el momento de ordenar el cuarto.
Hace un rato has entrado en el cuarto de baño y no te has dado cuenta de que no había papel hasta que lo has necesitado. Es duro pero hay cosas peores.