Decálogo de supervivencia para salir de fiesta cuando tienes novia

10 puntos imprescindibles si sales de marcha teniendo pareja.

Así que llevas unos meses con novia, ¿eh? La vida te parece sencilla, rutinaria e incluso un poco aburrida, y has decidido complicártela, darle más emoción, te gustan las aventuras fuertes… ¡Vas salir de fiesta teniendo novia! Antes de abrir tu caja de Pandora personal, léete este manual de supervivencia, quién sabe, igual dentro de un año sigues teniendo novia.

1. Nunca saldrás con tu pareja de fiesta, y cuando digo nunca es nunca. 

Es muy posible que ella te diga de salir con sus amigas, y tú caigas en la trampa de decir que sí. Prepárate, el arco y las flechas, porque nadie te libra de la horda de orcos que van a asediar a tu “gordi”.

2. No tomarás jägger en vano.

Este brebaje endemoniado tiene la capacidad de producir lagunas a corto plazo que pueden afectar a tu relación en un futuro, sobre todo, si te han hecho fotos sin que te enteres.

3. Eliminarás la opción de última conexión del whatsapp.

Así evitarás mentiras imposibles sobre la hora que llegaste de fiesta a casa. La última conexión es la última conexión, ya no cuela el decir “igual durmiendo he tocado el móvil sin querer”.

4. Evitarás a los fotógrafos de discoteca sobre todas las cosas.

Al igual que en la película It Follows, en la que un ente con diversos aspectos físicos te sigue sin fin hasta acabar con tu vida; estos “cámaras reflex” de la noche, son como ese ente, siguiéndote toda la noche para aprovechar, ese momento de flaqueza tuyo, y acabar sacándote una foto con cualquier tía que pase por tu lado, tergiversando tu realidad y lo que es peor, acabando en las redes sociales. Tú novia ya se encargará de darle sentido a la imagen.

5. En las fotos con chicas, evita el contacto.

Si al final, te ha sido imposible ser retratado en una foto nocturna, al menos, evita que la mano esté en el hombro de ella, o que tu cabeza se apoye en la suya, o a la inversa… En fin, nada de contacto, aunque digas la verdad, nunca te va a creer.

6. Cuidado con las amigas de ella.

Nunca sabes cuándo ni dónde pueden aparecer, pero sí, son como #observers. Acabarán tergiversando cualquier situación en la que estés tú y una chica, chico, o incluso aunque estés solo… tu relación acabará pendiendo de un hilo.

7. No cometerás actos impuros.

Y por impuros, ya sabes a lo que me refiero. Cuando estamos de novios adquirimos un poder que nos hace ser irresistibles a las mujeres. Somos uno más de los XMEN, pero como dijo un gran sabio (tío Ben), “un gran poder, conlleva una gran responsabilidad”. Si ves que te asedian mucho, vete a casa, al día siguiente lo agradecerás tú y tu conciencia.

8. Nunca establezcas hora de finalización postfiesta.

Al igual que la ley de Murphy, la fiesta es igual. Si estableces una hora de llegada a casa con tu novia, es muy posible que justo ese día se alineen los astros y se produzca la mejor fiesta de tu vida, con alcohol, gremlins mojados, absenta, llamas de circo, Nicolas Cage on fire... Haciéndote volver a la una del mediodía. Bien, ¿cómo le explicarás todo esto a tu novia, campeón?

9. Desactiva la Geolocalización.

Vivimos en un mundo lleno de #stalkers, desactivando esta opción en el móvil, te vuelves como un ninja. Nadie podrá seguir tus pasos, al menos por las redes sociales. Para que te hagas una idea, tú eres Depredador, y tu novia es Arnold Schwarzzenegger. ¡No tienes que dejar que te vea!

10.- Si vas a mentir, conviértete en el cuentacuentos.

Si al final has fallado en algún punto de los citados, toca mentir. Así que hazlo como un profesional, créete tus mentiras. "Que anoche salvaste a dos niños judíos de un incendio en un pueblo de Aranda", pues tío hasta el final con la mentira, da detalles, crea, se artista... Tus colegas tienen que acabar llamándote el cuentacuentos, como en esa película de Big Fish, en la que Ewan McGreggor contaba tales mentiras que ya no se distinguía la realidad de la ficción.

El cumplimiento de este decálogo te va a ahorrar más de un quebradero de cabeza, pero sobre todo, la seguridad de saber que estás haciendo las cosas bien.

[Colaboración: Vic Mcklein]

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