Trolear a Starbucks es fácil si sabes cómo: Abren un Dumb Starbucks en L.A.
Hipsters del mundo, agarrad fuerte vuestro Frappuccino Original y hacedle las fotos necesarias de Instagram para que se activen las vitaminas porque ha llegado a Los Ángeles el Dumb Starbucks, una imitación de la empresa con la que comparte el nombre. Esta nueva cafetería es exactamente igual a cualquiera de las que la cadena Starbucks tiene por el mundo, hábitat natural de los productos de Apple y libros de autores independientes.
Estas similitudes llegan hasta tal punto de que la decoración, el menú y los logos son iguales con la única diferencia de la utilización de la palabra "dumb" - tonto, estúpido - delante de todos sus productos. Podéis pensar que la estupidez en sí misma es esa, intentar hacer competencia a Starbucks utilizando su mismo nombre, pero al contrario, esta publicidad ha hecho que se formen largas colas durante todo el fin de semana en el establecimiento, cuando además, con motivo de apertura estaban regalando café para que la gente viese que el sabor era exactamente el mismo.
La utilización de la palabra "Dumb" es necesaria porque legalmente se están riendo de ellos. En sus FAQ, que están a disposición de los consumidores, definen a la cafetería como una obra de arte parodia, es decir, un espacio dedicado al arte en la que todos los productos que se ofrecen son considerados pequeñas obras artísticas, tal y como si de un museo se tratase.
Los fakes y troleos están muy presentes hoy en día, pero los tíos que están detrás de esta idea han conseguido hacer un negocio de verdad. Sus creadores han declarado que utilizan la marca de Starbucks como una estrategia de marketing, que no tienen nada personal contra ellos, es más, "les encantan sus productos y por ello los consideran obras artísticas".
La respuesta por parte de la empresa con sede en Seattle no se ha hecho esperar y su equipo legal ya está trabajando en la identificación de los propietarios del Dumb Starbucks, aunque señalan que les ha hecho gracia la idea - no sé yo si demasiada, la verdad.
Fuente: Wall Street Journal, Business Insider & BuzzFeed.
