Los 10 tipos de domingueros que te encontrarás en las playas españolas
Benditos domingos. Y más en verano, con una tapa y una buena cervecita.
En nuestro país el día de descanso oficial ha sido (y será) siempre el domingo. El último día de la semana. El día en el que te apetece hacer lo que sea menos pensar en qué hacer.
Pero no todos son como nosotros. Hay una fauna salvaje que aparece los domingos con ganas de ir conduciendo muy despacio por la carretera (porque van disfrutando del paisaje, dicen). Una especie con ganas de juntar cuatro mesas en la terraza del bar para sentar a toda su familia y parte del vecindario. En definitiva, una fauna que te encontrarás sí o sí en la playa todos los domingos de este verano.
Son los domingueros. Y estos son los 10 tipos que suelen habitar las costas españolas. Les verás, quieras o no.
1. La pareja de jubilados.
Cuando la playa se creó, hace unos 7 mil millones de años, ellos ya estaban allí para coger sitio a primera hora. Para quitarle el sitio a los cangrejos. A día de hoy sigue sin haber un documento escrito en el que se hable de este tipo de domingueros sin su sombrilla de publicidad, su transistor de radio y un buen sombrero de pescador.
2. El chulo de playa (AKA Chuloplaya).
El cachitas con menos pelos en el cuerpo que un azulejo, un micro-bañador y unas gafas de sol horteras a más no poder. Sus dos únicas funciones son: primero sonreír a todas y cada una de las mujeres que pasean por la playa, da igual la edad; y segundo, echarse aceite por todo el cuerpo. Incluso en lugares que tú ni sabías que existían.
3. El guiri.
Acostumbra a ser un personaje de color rojo cangrejo, con chanclas y calcetines. No se despegan de su cámara de fotos, no vaya a ser que se les pase un grano de arena de la playa sin fotografiar. Es más fácil encontrar a Wally en el Vicente Calderón que a uno de estos guiris sin su jarra de cervessa, como ellos dicen, en la mano.
4. La familia al completo.
Sí, esos que van con los tíos, primos, abuelas, 16 sombrillas, 3 mesas, sillas desplegables y un número que oscila entre los 5 y los 200 de tupers con comida. Por supuesto, la nevera (roja o azul) no puede faltar, lo mismo que la baraja de cartas.
5. La tía buena.
Lo peor es que lo sabe y cuando se echa crema los amagos de divorcio entre el resto de parejas de la playa tienden a aumentar. Toma el sol, escucha música, sube fotos de sus piernas a Instagram y disfruta de lo buena que está, no hay más.
Lo que esperamos los tíos:
Lo que esperáis las tías:
6. El madurito deportista.
Suele ser un hombre entre los 50 y la muerte que no deja de echarse carreritas, jugar a las palas o practicar otros deportes. Suele llevar una cadenita de oro y estar más moreno que Julio Iglesias. Y LO SABES.
7. El grupo de adolescentes.
No paran quietos. Risas, conversación a gritos, música a tope, bromas y juegos, entre los que destaca ahogar en el agua a alguno del grupo o enterrarlo vivo... Lo mejor es ponerse lejos de ellos. O unirse a la fiesta.
8. La parejita de enamorados.
Se dan masajes, besitos, se echan crema mutuamente y algunos incluso se animan a más... depende de lo llena que esté la playa. Su función es recordar al resto lo solos que estamos.
9. El resacoso.
No sabe dónde está ni cómo ha llegado hasta allí. La noche anterior fue dura, muy dura. Lo más normal es que sus amigos lo abandonasen allí como buenos amigos o que fuera con alguna chica, nunca lo sabrá. Para él las olas del mar suenan en estéreo.
Y alguien le debió decir alguna vez que la mejor cura para la resaca era seguir bebiendo:
10. El viejo verde.
Ese hombre maduro que se levanta por la mañana, se pone su mejor camisa de manga corta y su gorra de propaganda y baja a la playa con su mejor repertorio de piropos obscenos para atormentar a las jovencitas que por ahí pasean. Son la competencia directa de los obreros en las ciudades. "¡GUAPAS!"
Pero para vosotros, que odiáis que os molesten los domingos tanto como nosotros, La Sureña os da una razón, en forma de ración y de cubo de cervezas, para convertiros en auténticos domingueros y que así todos empecemos a disfrutar de este día de la semana durante todo el verano. Deja al resto en la playa con su lata de cerveza calentorra y su bocata de tortilla rebozado en arena.
Ahora sí que sí, hazte dominguero.
