10 cosas de película que no debes (ni puedes) intentar

Algunas son muy típicas, otras son más ocasionales; otras, insultan a la inteligencia. Lo que tienen en común, en fin, es que como te pase en la vida real vas a acabar haciendo el ridículo o muerto. O las dos.

1. Pintar/Cocinar y mancharse. Y risas. Muchas risas. Eso es lo que sale en las películas. Manchas la nariz de tu pareja con un precioso azul celeste o con harina caducada, y ella se ríe, te mancha a ti, y acabáis tirados en el suelo con música romántica, mirado al techo y pensando que sois el uno para el otro. PUES NO. Yo mancho a mi pareja con pintura y no vuelvo en un mes. Y si roza el pelo ni os cuento.

2. En las películas, los profesores siempre hacen cosas increíbles. O simplemente raras. Te hacen subirte a mesas y recitar versos, son capaces de crear un grupo fascista en el colegio (que acaba con gente muerta) o te convierten en el mejor jugador de baloncesto de la NBA. A mí no me dejan ni beber un zumo.

3. Sucede algo, alguien empieza a cantar y, de repente, todo el mundo está bailando más coordinadamente que el reparto de Mamma Mia. Siempre he querido ponerme a bailar y que todo el mundo siga mi ritmo (o mi no-ritmo) idénticamente y montemos una coreografía en un momento, sin que nadie tuviera planeado nada. Pero la última vez me arrestó la policía, y he dejado de intentarlo. Y si. Los profesores también bailan.

4. La lluvia siempre es algo romántico. Suenan truenos, graniza, se ahogan los perros callejeros; pero la pareja protagonista se ríe y se besa. Fundido en negro. Diez años más tarde, familia y San Bernardo. Cuando empieza a llover así en mi calle yo veo a todo el mundo, incluidas parejas, corriendo a resguardarse como si fuera ácido. De hecho, intenta proponérselo a tu pareja. A ver cuanto tarda en llamarte gilipollas y se va a cubrirse mientras te quedas con esta cara:

5. Y también es elevadamente romántico hacer el amor debajo de un árbol en medio de una tormenta, en un servicio o, sobre todo, en un granero abandonado. Es decir, da igual que estéis encima de un montón de paja que te pincha todo el cuerpo o rodeados de gallinas y caballos cuyos excrementos no deben andar lejos. Será el mejor polvo de vuestra vida, porque es un maldito granero.

6. Los chicos suelen hacer cosas increíblemente increíbles para conquistar a una chica. Como llenar 100 Hectáreas de narcisos. Todo el mundo está dispuesto a colaborar y el dinero nunca es un problema. Luego, nosotros compramos una rosa y parecemos cutres.

7. El refrán de “Desayuna como un rey…” se lleva al pie de la letra. A mí no me da tiempo ni a prepararme unas tostadas, y ellos siempre tienen huevos fritos, zumos naturales, beicon, tortitas, pavo, buffalo y elefante. En serio, nunca he visto un buffet tan lleno como las mesas de las películas.

8. Sexo con sustancias comestibles. Sí, tú también has probado. Y, si no, probarás. Nutella, geles o “cosasquevienenenbotecitosyparecenmuycool”…no funciona. En “Nueve semanas y media” queda muy erótico, pero en la realidad queda más bien penoso y sucio. Pero te ríes, que es lo importante.

9. Da igual que te esté persiguiendo la CIA, el FBI, el CNI, la TIA… Cruzarás una calle y te encontrarás con el Carnaval de Río de Janeiro, pudiendo pasar desapercibido como si de un camaleón te tratases, mientras que los agentes más inteligentes del Estado empujan a un señor con sombrero porque están cabreados.

10. En fin, no importa si te apuntan diez soviéticos con sus AK-47. No podrían darte ni con un bazooka. Si eres el protagonista, lo máximo será un balazo en la pierna o en el brazo, y tú derrotarás al ejército del Eje aunque tengas una pistola de juguete que dispara ventosas.