Sonó el despertador y vuelta a la realidad porque, con resaca o sin ella, la vida continúa. Estoy deseando que se vuelva a repetir y me llevo la satisfacción de que nada ni nadie me puede robar eso.
Todo el mundo se siente atraído por ti, te adaptas a cada persona, te creas de la nada y emites una melodía increíble. Progresas, avanzas pero no pierdes tu esencia.