12 cosas que entenderás si eres un adicto a las cachimbas

"Tengo un máster en hacer cachimbas".

Pequeñas, grandes, medianas... De fresa, menta, melocotón, uva, cereza, banana, chuches... Estás tan viciado que podrías escribir un libro sobre el buen fumador de cachimbas. Estás son 12 cosas que entenderás perfectamente si si eres de los que les encanta fumar.

1. Tienes una o varias en tu casa

2. Has probado prácticamente todos los sabores y marcas y cada vez que te ofrecen uno nuevo pareces un catador de vinos.

3. Has dicho más de una vez la frase "tengo un máster en hacer cachimbas".

4. Si no hay cachimba, no es una buena fiesta.

                           

5. Fumar mientras bebes y charlas en una casa, pub o parque te parece un planazo.

6. Quieres a muchos de tus amigos solo porque te dan cachimba y lo invitas por ello a todos los planes. Y si no, eres tú el pringado al que invitan para que se la lleve. Sorry not sorry.

7. Te has llegado a hacer alguna que otra tú solo y has acabado más mareado que en una montaña rusa. Qué malo es el vicio.

8. Si tus amigos no te encuentran en la discoteca, probablemente estés al lado de quien tenga la cachimba más grande. Racaneando.

9. Si conoces a alguien y le gusta fumar cachimba, os hacéis amigos instantáneamente.

10. Te sabes todos los trucos: agujeros pequeños, carbones cuadrados mejor que redondos, no demasiada agua para que tire bien, poner aluminio alrededor para mantener el calor, sabes hacer aritos, tornados...

 

11. Alguna vez le has dado una calada a una que estaba sola para ver si aún quedaba. Si cuela, cuela.

12. Más de una vez has charlado y conocido a gente en discotecas solo porque fumaban cachimba y esperabas estratégicamente a que te ofrecieran. O a que se descuidasen y acabasen rulándola, es así.

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