Ser profesor es sin duda uno de los trabajos más gratificantes que existen. El hecho de ayudar a los demás, educar y enseñar desde que somos niños debe ser gratificante para cualquier persona, sin embargo el aprendizaje no es solo del alumno hacia el profesor, hay cosas que también se aprenden en sentido opuesto.
1. Perdonar y olvidar.
Es común que los niños hagan travesuras, sobre todo cuando no hay alguien cerca. Se pelean y se enfadan entre ellos pero, sin embargo, es increíble como al día siguiente pareciera no haber pasado nada. Los niños vuelven a jugar y a ser mejores amigos a pesar de lo ocurrido un día anterior. Los adultos, definitivamente, no tenemos esta capacidad de perdonar, no con tanta facilidad al menos.
2. Los problemas no son tan grandes como parecen.
Para un niño la vida es muy sencilla, sería bueno aprender esta forma de ver las cosas en todo lo que nos pasa, pues muchas veces nos ahogamos en vaso de agua. Escuchar las respuestas de algunos niños cuando se equivocan o hacen algo mal puede provocar la risa de cualquiera. No tomarse las cosas tan en serio es algo que deberíamos poner en práctica. Preocuparnos demasiado por algo que, en algunos casos, no está en nuestras manos, no debería quitarnos el sueño.
3. Diviértete y juega.
Quién no recuerda los días en que uno iba al colegio y después de varias horas sonaba la campana que indicaba la hora del recreo. Esa sensación de felicidad y de saber que podíamos divertirnos por unos minutos, jugar y hacer amigos, es algo que vale la pena recordar. Hoy en día muchos tenemos un ritmo de vida en el que ya no nos divertimos, todo es trabajar, comer y descansar. Deberíamos encontrar alguna actividad que nos haga recordar esos días.
4. Buen humor para todo.
Sonreír a la vida es una cualidad que va desapareciendo con el tiempo, es increíble ver lo fácil que es para un niño sonreír. Existen tantas y tantas formas de arrancarle una carcajada a un niño... Siempre están de buen humor para todo pero, ¿y tú humor que tal anda?
Para un profesor, tener la oportunidad de significar algo en la vida de un niño es algo incomparable, del mismo modo que un niño significa todo en la vida de un maestro. Haber tenido la oportunidad de aprender de tantos profesores, quienes ofrecieron parte de su vida para poder enseñarnos, es algo con lo que debemos estar agradecidos.