Si es que nos sacan de quicio. Hay personas y comportamientos que nos sacan de nuestras casillas, no podemos evitarlo y tenemos que convivir con ello. Aquí van los 7 comportamientos que probablemente más odies.
1. “Pff, te tengo que contar una cosa…”, “Dime, dime, a ver qué es, de quién es…”, “Bueno, mejor no”.
[caption id="" align="aligncenter" width="668"]2. “Guapa no, lo siguiente”, “Uff se me habrá pegado de ti, gracias bombón”. En serio, parad por favor. Dejad esos comentarios en las fotos de Facebook, pero sobre todo en Instagram. También se puede decir gracias o negarlo, pero no ese peloteo entre falsas amigas.
3. “Mierda, mierda, mierda, que le he dado a favorito/me gusta sin querer”. Y estás cotorreando por cualquier red social… Esto pasa en muchas ocasiones, y sino…
4. “Vaya cuerpazo ¿no?”, “Para cuerpo ya estás tú niña". Es la secuela de la segunda. Típico entre falsas amigas.
5. Fase pre-examen: “¿Cómo lo llevas?... Yo fatal”, “Pff, pensaba que era la única”.
Fase post-examen: “Como mucho para un cinco raspado, y me doy con un canto en los dientes”, “Igual que tú”
Fase postpublicación de la nota: “A ver, a ver, ¿cuánto sacaste?”, “Ni al 5 he llegado, un 4,7”, “Ams, pues yo un 9, jeje...”
[caption id="" align="aligncenter" width="689"]6. Si te dan miedo los perros, este es bastante típico: “Por favor, sujétalo o algo”, “Nada, nada, si sólo quiere jugar” ¿Es que no existe la posibilidad de que yo no quiera jugar/ ser olisqueada/ ser perseguida por un perro? y, por supuesto, esto no es incompatible con que te gusten los perros.
7. Varias preguntas de las que comienzan con ”Perdona, ¿te importa si…? Sí, me importa que te cueles en la caja del súper como quién no quiere la cosa. Sí, me importa encargarme de parte de la tarea que te ha sido asignada a ti en un trabajo, especialmente cuando tengo otras cosas que hacer, como vivir, y yo ya he terminado mi parte. No, no me importa que uses mi teléfono, pero sí me importa que te sientas con toda la libertad de abrir hasta la última imagen que viene de fábrica.
Y tantas otras cosas, pero bueno, lo queramos o no, seguro que también tenemos algún que otro comportamiento odioso, o como mínimo particular...