9 cosas por las que no nos preocuparíamos si viviésemos siempre de fiesta

La vida libélula es la vida mejor.

Parémonos por un segundo a pensarlo. ¿Cómo sería nuestra vida si todo fuese una fiesta? Viviríamos el ahora, el momento, ese carpe diem del que hablan tantos poetuiteros. Es por ello que Ron Barceló ha querido regalar una vida entera de fiesta a una libélula efímera llamada Libe.

¿El resultado? Unas píldoras de la vida de Libe y el vídeo donde se resume su intensa vida (y que podéis ver en www.unavidaenteradefiesta.com) acompañada de actrices como Miriam Giovanelli, Andrea Duró y Silvia Alonso o el DJ JP Candela y el chef Jesús Almagro.

Y es que es precisamente esa filosofía del #ViiveAhora la que haría que hubiese cosas que nos diesen igual, esas pequeñas cosas que día tras día tenemos que hacer pero que siempre nos preguntamos “¿para qué?” Cosas como:

1. Tener recogida la habitación.

Que si la cama, que si el polvo, que si las cortinas… En la única habitación por la que te tendrías que preocupar por estar cómodo es en esa discoteca rodeado de tus amigos.

2. De arreglarnos demasiado.

¿Toda una vida de fiesta? ¿Habéis pensado cómo se os va a quedar el pelo o el pintalabios? No nos preocuparíamos por la primera impresión porque sería la ÚNICA impresión.

3. Del qué dirán.

No hay un mañana. Ni nadie que te eche en cara lo que hiciste o no hiciste ayer. Lo que piensen los demás no tiene cabida en la filosofía del #ViveAhora

4. Y de las consecuencias de escribir a alguien de madrugada.

Porque todos hemos vivido esa sensación de abrir el WhatsApp por la mañana y no saber ni qué ni por qué escribimos a esa persona para decirle o cosas muy bonitas o que era un auténtico higo de fruta. Bendito corrector.

5. De cocinar.

Está claro que en una vida así los puestos callejeros y la pizza serían el principal sustento de nuestra dieta y la base de nuestra pirámide alimenticia.

6. De ir al gimnasio.

Las calorías se quemarían en la pista de baile, no habría máquinas que nos hiciesen parecen que estamos luchando contra un Transformer ni tetes y nanos. Bueno, de eso último igual sí que viésemos algunos por la noche.

7. De tomar el sol y pillar morenito.

Que si foto en la playita desde principios de mayo con el hashtag #malviviendo o rayos UVA en enero para parecer un Risketo… nada de eso se vería bajo las luces de neón, así que sería otra de las cosas por las que no preocuparnos.

8. De llegar pronto a casa.

Adiós reloj. Y si alguien te pregunta, “llegué pronto, estaba saliendo el sol”.

9. De la resaca.

Y lo peor de una vida de fiesta sería la resaca. Pero qué más da, ¡si no tendríamos que sufrirla! Y si no que se lo digan a Libe, una libélula efímera que Ron Barceló decidió tener de fiesta las 8 horas de su vida en su última campaña #LIBEFOREVER. Sí, su vida entera de fiesta en nada más y nada menos que Ibiza:

La vida libélula, la vida mejor #LibeForever

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