5 beneficios del tabaco, que todo buen fumador sabe, pero que nunca le han contado
Si a día de hoy todos sabemos algo y aceptamos como verdad absoluta sobre el cigarrillo es la relación tan estrecha que tiene con la muerte. Ser fumador requiere el valor de entrar en una espiral mortalmente autodestructiva, que junto al Desembarco de Normandía que supone para nuestros bolsillos, es prácticamente imposible no cuestionarnos al menos en dosis semanal la eterna pregunta. ¿Por qué fumo?
En este juego, el fumador es el derrotado, posición que aceptas desde el minuto 1, cuando consientes los términos y condiciones del estanquero. (Por supuesto sin leerlas). El rechazo de una política que fulmina sin miramientos a base de campañas antitabaco y una sociedad que te coloca en la lista de los más buscados por el FBI, convierte al fumador en persona non grata, siendo dignos candidatos a una coqueta celda en Alcalá-Meco.
1. El pitillo de después de comer. ¿Existe afrodisiaco más potente para nuestro aparato digestivo que el cigarrillo? Todo buen fumador conoce la maravillosa sensación que hay detrás del cigarro post-banquete.
2. Perdona, ¿Tienes fuego? Seguramente tus padres se conocieron con esta pregunta. Un clásico que aunque en Tinder quede obsoleta, sigue siendo un buen comodín en la cola de cualquier discoteca.
3. El piti de después. Como habréis observado, el cigarrillo siempre llega en modo “after”. Es el premio de todo fumador que sabe cómo acabar un buen trabajo. O a lo mejor no tanto. Pero sin duda alguna, su poder para evitar situaciones demasiado empalagosas en el post-coito es indiscutible. Ante la duda, arrinconarse en la trinchera y encenderse un buen “piti” puede ser la mejor opción.
4. No hay gran pensador, que en su boca no sostenga un cigarrillo. Fumar estimula el pensamiento y por lo tanto las ideas. Es por eso que todo gran pensador, se inspira en el espeso humo del tabaco. Podemos hacer hincapié aquí por tanto, por el reconocimiento del pitillo como ayuda en muchas de las grandes obras literarias de la historia. Desde Ortega Y Gasset a Orwell. Desde Pérez Galdós a Julio Verne. Podrías ser tú el siguiente.
5. Cómo potenciador de atractivo. El toque a medio camino entre elegancia y rebeldía que puede proporcionar un cigarrillo, es sabido por todo buen hijo de vecino. La industria cinematográfica americana fue pionera en este hallazgo. ¿O qué piensas que habría sido del sex-appeal de Humphrey Bogart o Ingrid Bergman si les hubieran arrancado el cigarrillo de la boca?
[Colaboración: Toni Ramirez]
