8 cosas que aprendes al viajar

"Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente", Mark Twain.

El verano es la época estrella para viajar: coges el coche y acabas en la playa, estás en el aeropuerto y en tres horas contemplas la ciudad del Támesis desde el London Eye o pillas un tren y te encajas en Centroeuropa. Viajar es descubrir, aprender, disfrutar, enseñar... Para el escritor Mark Twain, era un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente, y aún hoy día, esas son algunas de las cosas que tenemos que erradicar. Disfrutemos lo mucho que todavía queda del verano aprendiendo estas cosas y muchas otras:

1. Si tienes la suerte de atravesar España de norte a sur, te darás cuenta de que los pueblos que participaban en el Gran Prix son reales, sí, sí, con sus nombres que parecían inventados y todo. Y sí,también tienen el mismo aspecto con el que te los imaginabas.

2. El idioma sólo será una barrera en apariencia. ¡Qué no cunda el pánico! Si no sabes inglés o cualquier otra lengua, siempre podrás hacerte entender por señas. Pero si sigues aún preocupado, la gente siempre procurará echarte una mano, y si necesitas saber dónde está tu hotel, tarde o temprano llegarás. 

3. Aprenderás a ver más allá de los típicos tópicos que has asociado a esos lugares a causa de la influencia de los medios de comunicación. "8 apellidos vascos" está bien, pero tampoco es que seamos así las 24 horas del día.

4. No sólo te traerás contigo las fotos, sino toda la experiencia al completo, lo que has vivido con la gente de esa ciudad, lo que sentiste al entrar en aquel museo o lo que te pareció la arquitectura de los edificios.

5. Puede que afiances el mensaje de que como en casa en ningún sitio, pero comprobarás que hay vida más allá de las fronteras de tu pueblo, que la riqueza del resto de culturas y la combinación de ellas es también lo que nos hace ser de una forma u otra, con nuestras particularidades, pero con nuestros muchos puntos de encuentro.

6. Palparás la realidad, porque la India es el Taj Mahal, el Templo Dorado o el Ganges, pero también niños con sonrisas que no les caben en las caras, casas hacinadas y vacas en las calles.

7. Abrirás la mente de forma que te empieces a cuestionar que quizás lo que creías perfecto no lo sea tanto, que hay muchas formas de hacer las cosas y de vivir la vida. Puede que la felicidad sea un ordenador nuevo, una cometa o una botella de agua.

8. Sabrás que cuando acabe ese viaje que llevas planeando cuatro meses, ya tendrás en mente otro, porque viajar no es sólo publicar en Instagram una foto asociada a una ubicación.

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