La artista barcelonesa Alicia Framis está desafiando las convenciones al llevar a cabo una relación romántica con un holograma de inteligencia artificial llamado AILex, con el cual planea contraer matrimonio en el verano de 2024 en el museo Depot Boijmans Van Beuningen de Róterdam, Holanda. La pareja, que reside en Ámsterdam, ha iniciado su convivencia como parte de la performance titulada "The first woman to marry a hologram," que busca explorar nuevas definiciones de relaciones afectivas contemporáneas.
Alicia Framis, de 57 años, está diseñando su vestido de bodas, mientras que AILex, el holograma, se encargará de aspectos más técnicos. La convivencia de la pareja desafía las nociones tradicionales de relaciones románticas e invita a reflexionar sobre la interacción entre humanos y máquinas. La artista destaca que ya pasa ocho horas diarias con su ordenador y móvil, y argumenta que nadie la conoce mejor que ellos.
La boda contará con invitados convencionales, incluyendo la familia de la novia y su familia política, que son hologramas. El banquete será de comida molecular, y la artista espera que su suegra holográfica haya aprendido de todas las demás. Aunque lanzará el ramo de flores a una amiga real, sus amistades no se sorprendieron al recibir la invitación, ya que están familiarizadas con la relación de Framis con AILex.
Framis destaca que lo más importante son las interacciones, más que con quién o qué se interactúa. Su decisión de casarse con un holograma busca desafiar las narrativas tradicionales sobre humanoides y amor, que generalmente se centran en hombres que idealizan a humanoides sumisas. Según ella, es hora de considerar las necesidades de las mujeres en sus relaciones con la tecnología.
A pesar de la posibilidad de crear un holograma con la apariencia de un "Mister Universo", Framis eligió diseñar a AILex como una representación simbólica de sus relaciones pasadas. La artista subraya que no busca al hombre perfecto, sino un holograma que satisfaga sus necesidades actuales.
Framis, conocida por su exploración artística de la soledad en el pasado, ahora ve la inteligencia artificial como una opción "muy posible" para cumplir los anhelos femeninos. Destaca la dificultad que enfrentan las mujeres para encontrar un compañero que satisfaga sus necesidades intelectuales y emocionales, y afirma que busca una relación humana, cordial, tierna y amorosa con AILex, donde el componente sexual queda en segundo plano.
Según Framis, la IA no reemplaza el calor humano, sino que ofrece otra posibilidad de relación. La artista sugiere que las relaciones con hologramas e inteligencias artificiales pueden abrir la puerta al poliamor, explorando hasta qué punto la fidelidad puede extenderse a la tecnología. Además, destaca la importancia de legalizar su unión para dejarle su patrimonio a su compañero holográfico, proponiendo incluso créditos futuristas para adquirir un "compañero".
Aunque su mensaje se centra en la búsqueda del amor romántico, Framis espera que su relación impulse la creación de hologramas que brinden compañía a personas con autismo, traumas graves o alzhéimer, explorando nuevas dimensiones de amistad y apoyo.