Ya es toda una tradición lo que el presentador Jimmy Kimmel les manda hacer a los padres cada Halloween. El encargo que el presentador les hace es el de pretender delante de sus hijos que se han comido todas las chucherías que ellos habían conseguido durante la noche del 31 de octubre. Además, les pide que graben como reaccionan los niños y sus reacciones, no tienen desperdicio. ¿Cómo habrías reaccionado tú?