10 sensaciones que sólo puedes disfrutar en verano

Verano en los labios, la brisa en el pelo, tirantes y gafas de sol. Mucho sol, el sol lo llena todo y su risa también. Piscina a las 6 de la tarde, arena mojada en los pies, cosquillas en la espalda. Libros, historias a media noche, carcajadas entre amigos. Y muchos paseos. Correr en chanclas y con el bikini mojado, tumbarte en la toalla y dejar que el sol te seque la piel. Ir en bicicleta por el campo antes de que el calor del sol te deje extenuado. Comer sandía y melón, dormir diez horas seguidas, y reír, hablar y no hacer nada. Salir con los amigos, hacer senderismo por el campo y extender los brazos al llegar a la cima de la montaña, y gritar muy fuerte hasta quedarse sin voz. Y reir con ellos. Cantar con Pablo Alborán, y con Melendi y beber agua y Coca Cola y otra vez agua y comer sano y ver la tele tumbada en el sofá y leer y escribir. Caminar con los pies descalzos por el césped y reír y sentir el verano, el verano en los labios. 

1. Los primeros chapuzones en la piscina. 

2. La arena de la playa escurriéndose entre los dedos de los pies.

3. Escuchar como las olas rompen y se deshacen en los acantilados.

4. Sentir como la brisa marina te acaricia la piel y la impregna con el olor del mar. 

5. Salir a las 8 de la tarde y que todavía el sol no se haya ido a dormir. 

6. Las primeras cervezas heladas en la terraza de un bar. 

7. El dejar a un lado los horarios y volver a conectar con el instinto. Levantarte cuando te lo pida el cuerpo, comer cuando tengas hambre, domir cuando tengas sueño.

8. Ir a todas partes con chanclas. ¡Qué sería del verano sin las chanclas!

9. Que te pille desprevenido una tormenta de verano y acabar con la ropa mojada y el pelo adherido al cráneo 

10. El olor a crema solar.