10 cosas insufribles que encontrarás durante tu paso por la universidad

La vida universitaria la vida mejor. ¿Seguro?

¡UH, LA UNIVERSIDAD! El día de mediados de julio en el que sale la primera adjudicación es todo jijijajá al respecto, pero luego compruebas que efectivamente, la universidad no es tan bonita como la pintan (a veces al menos). Si eres un futuro universitario, debes leer esto para saber qué es lo que te vas a encontrar, si ya gozas de serlo, puedes leerlo para ver tus frustraciones compartidas y si lo fuiste, le puedes echar un vistazo para echarte a reír o a llorar, eso ya es de libre elección. Estas son las 10 cosas que te encontrarás a lo largo de tu andadura universitaria.

1. El Power Point. Este elemento es el amo de las clases universitarias, de hecho parecer ser que para los profesores no existe nada comparable, no hay otras posibles herramientas para complementarlo o sustituirlo. Nada es tan genial como el Power Point. Y durante cuatro años de tu vida, gran parte de tus mañanas se basarán en ver cómo el profesor le da a la flechita del teclado para ir pasando de una imagen a otra. Diapositiva arriba, diapositiva abajo, diapositiva arriba, diapositiva abajo...

2. Los profesores que practican el "Yoísmo Ilustrado". Este comportamiento, que me he visto autorizada a bautizar como tal, es de lo peorcito que te puedes encontrar en materia de docencia. Esta persona se decantará por hablar de SU libro, de SU vida, de lo bueno que es haciendo SU trabajo. Cualquier cosa que tú digas no le llegara a la suela del zapato a cualquiera de SUS comentarios, aunque resulten obvios. Ni siquiera pienses en rebatirle algo, porque o bien te hará quedar mal, o se apropiará de tu argumento y lo hará SUYO. 

3. Los alumnos conocidos como los "agonías". Puede que tú creas que vas bien con tu trabajo, hasta que descubras cómo de avanzado llevan ellos el suyo. Son repelentes y suelen excederse en muchas ocasiones. A veces puede que su propia agonía se vuelva en su contra.

4. El pelota. Este sujeto ha perfeccionado sus técnicas de peloteo a lo largo de sus años como estudiantes, y en la actualidad se encuentra en su mejor punto de peloteo. Lo reconocerás porque hará lo que sea para hacerse notar delante del profesor. Además, normalmente interviene para decir chorradas apoyadas en su parla, de forma que se harta de hablar pero no aporta nada. NADA. Todo para que el profesor se dé cuenta de su existencia. Es muy patético.

5. Ese maravilloso y sofisticado dispositivo para saber tu turno en la copistería. Sí amigos, tenéis ante vosotros al aparatito expendedor de números usado en carnicerías, charcuterías, pescaderías...

6. Los grupitos de supercoleguis. Party hard at night, backstabbig in the morning. Todo es muy bonito de cara al escaparate.

7. Las maravillosas y pedagógicas clases de dos horas seguidas. No hay ser humano en la faz de la Tierra que aguante eso. Si el profesor os da a escoger entre hacer un descanso a mitad de la clase o  acabar la misma diez minutos antes, escoged esta segunda opción, la primera es una trampa.

8. Esas muchachas que van maquilladas y peinadas como si fueran a una alfombra roja. Si tienes clase a las ocho y media de la mañana, ¿a qué hora tienes que levantarte para ir así por el mundo por Dios? Y lo que es peor, ¿desde qué hora llevas durmiendo para levantarte tan tempranísimo sólo para eso? Supongo que es una cuestión de prioridades.

9. El Trabajo de Fin de Grado es la nueva Selectividad. Cuando hayas llegado a tu tercer año de carrera, más o menos, los profesores comenzarán a hablar del TFG por encima de sus posibilidades. A veces me pregunto si le pagan comisión o algo por mencionarlo en clase.

10. Esa maravillosa mezcla del Plan Bolonia y el plan antiguo. ¿Cuándo se supone que tenía que haber estado implantado en su totalidad Bolonia?, ¿a qué clase de mala persona se le ocurre combinar lo peor de ambos planes para crear tu plan de estudios? Los parciales son los padres.

Y hay más cosas, que quizás (si eres preuniversitario) no quieres saber. El resto ya habéis sido víctimas de todos esos detallitos, pero bueno, no se vive tan mal. Por cierto, a veces te encuentras buenos profesores. A veces.

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