Nadie dijo que el gimnasio fuera para disfrutar.
1. Cuando ya es hora de ir al gimnasio, pones excusas para prolongar el momento un poco más.
Al final, ese ratito se alarga una hora.
2. Cuando pasa esa hora, te planteas seriamente empezar a vestirte.
Pasa otra hora hasta que te mueves.
3. Cuando llegas al gimnasio y no hay sitio para aparcar.
Todos se han puesto de acuerdo para ponerse en forma justo cuando tú decides ir.
4. Cuando todas las máquinas están ocupadas.
Te dan ganas de decirle cuatro cosas a las señoras que utilizan la cinta para caminar. Pero te contienes.
5. Cuando te quedas frente a una máquina intentando adivinar cómo funciona.
Intentas que no se note tu desconcierto practicando postureo.
6. Empiezas motivadísimo tu rutina de ejercicios.
7. En algún punto el gimnasio se convierte en una pasarela de moda.
El postureo nunca pasa de moda.
8. Cuando no quieres que los demás se den cuenta de que llevas 5 minutos corriendo y ya estás cansado.
“De todas formas los médicos dicen que demasiado ejercicio estropea las articulaciones.”
9. Cuando te pasas de motivado y no sabes cómo parar.
10. Ese incómodo momento en el que el típico motivado empieza a dar alaridos salvajes.
Y te preguntas si está levantando pesas, clavándose cuchillos o teniendo un orgasmo.
11. La cara que se te queda cuando ves que solo has quemado 20 calorías tras 10 minutos de ejercicio intenso.
Y te planteas seriamente controlar lo que comes.
12. Misterios inexplicables nivel: hay muchas máquinas libres y el sudado de turno decide usar la que está pegada a la tuya.
Pero hombre que tienes 12 máquinas libres más...
13. Cuando alguien abandona una máquina y no la limpia tras una hora de ejercicio.
14. Cuando te encuentras con alguien conocido y no sabes dónde meterte.
15. Cuando alguien quiere entablar conversación contigo en el vestuario y por mucho que te concentres, no puedes quitarte de la cabeza el hecho de que están desnudos y sudados.
16. Cuando te olvidas de crear listas de reproducción para hacer ejercicio.
Y te toca hacer deporte con música clásica.
17. Cuando te toca aguantar el aroma del vecino de al lado.
18. Cuando buscas canciones en el móvil mientras corres y se te va de las manos.
19. Cuando logras batir tu récord corriendo, la cinta se “enfría” y se reinicia.
20. Cuando todas las pantallas del gimnasio tienen puesto el canal cocina.
Y no sabes si matar a los monitores o huir al primer Burger King que encuentres.
21. Ese momento en el que entras en clase de Yoga y te viene a la mente el plato de lentejas que has almorzado.
22. Aún no has terminado de hacer ejercicio y ya estás pensando en lo que vas a comer al llegar a casa.