7 cosas que relatar a tus nietos si eres un millennial

Antes to' esto era campo...

Sí, probablemente tú, amigo, tú que estás leyendo esto eres un hijo de la Generación Y, o mejor, eres un Millennial, concepto que te sonará más. Ahora, probablemente estarás comenzando a trabajar, acabando tu carrera o a nada de entrar en la universidad, pero seguro que ya tienes acumulada alguna de esas vivencias que le contarás a tus nietos (si es que acabas teniéndolos).

1. Antes to' esto era contrato indefinido. Sí, llevas dos años encadenando contratatos de tres en tres meses, y te preguntas, ¿por qué al menos no me hacen uno de año?, ¿por qué? Y no te recomiendo que lo pienses, pero puedes jubilarte así. Consíderate afortunado por tener un sueldo...

2. Hijo, yo trabajaba gratis. Sí, que si aquí como colaborador, que si en un estudio de arquitectura para "aprender" durante un año por la cara, que no pasa nada porque me voy a llevar la experiencia para ponerla en el currículum... Luego dirán que qué haces con 30 años viviendo con tus padres.

3. Todo este dinero fue el que me gasté en mi formación. Una primera carrera, otra segunda o un máster o un curso de formación profesional, el Proficiency, el nivel medio-básico de francés, algo de alemán... Durante el tiempo que estéis estudiando que ni se os ocurra echar cuentas, ¡es una trampa!

4. Los primeros youtubers eran de mi generación. Si hay algo que caracteriza a nuestro cohorte es el uso indiscrimado de las redes sociales, algo que ha desembocado en la aparición de estos personajes (algunos guays, otros menos guays... Eso ya según el gusto de cada uno).

5. Cuando yo era pequeño, había unos chicles que se llamaban Boomer, y nunca nadie supo por qué desaparecieron. Quizás ahora se vendan en un universo paralelo.

6. Antes, lo libros se editaban en papel y su olor era extremadamente agradable, incluso había negocios que se llaman librerías, y había bibliotecas públicas. ¡Ay, qué dolor!

7. Originariamente, los palos para hacer selfies no venían integrados en los móviles. Hubo una época en que le pedíamos amablemente a la gente que nos hicieran una foto, confiábamos en ellos aún pensando que podrían salir huyendo con nuestros teléfonos o cámaras.

Y, si tenemos suerte, y los estadounidenses mantienen la cordura, quizás no les tengamos que contar cómo llegó Donald Trump al poder y por qué tenía ese color de pelo y su artificial moreno.

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