4. Afirmar que una chica poco atractiva es atractiva. Se refuerza así el concepto de que la belleza es subjetiva, ¿que hay que transformar a un orco de Mordor en un ángel de Victoria´s Secret? Pues se hace. Por supuesto, si nuestra chica dice que determinada mujer es atractiva, le llevaremos la contraria.
5. El manitas. Si estás tú en casa queda claro que no se llama ni al fontanero, ni al electricista, ni si quiera a los bomberos. Y el día del apocalipsis zombie tampoco.
6. El intelectual. Probablemente pongan esta noche una peli de esas molonas de Steven Seagal que tanto te gustan pero, sin embargo, deberás poner ese apasionante programa sobre la mitosis de las células eucarióticas o, en su defecto, un documental sobre algas, simplemente porque tú eres un tío culto.
7. Puñalada a los colegas. A ver, ¿quién no ha dejado tirado a los colegas o no ha contestado una llamada para irse a casa con una chica de la que ni si quiera te acuerdas de su nombre? Esta feo, y lo sabes, pero a ver quién se atreve a tirar la primera piedra.
8. Ejercicio. Tú crees que no te hace falta pero si resoplas como un asmático cuando subes por las escaleras a un 2º piso igual sí. Así que te apuntas al gimnasio, vas un día, te entran unas agujetas que tienes que quedar en la cama como una momia dos semanas, y decides no volver porque en el fondo "no estás tan mal".