A veces la felicidad se esconde en los lugares más insospechados.
1. Encontrar dinero en un bolsillo. Da lo mismo que sean 50 céntimos que50 euros, tu ya vas a ir contento el resto del día, aunque probablemente lo dejes en ese mismo bolsillo, se te olvide y comience un ciclo infinito.
2. Dar la vuelta a la almohada. Pocas cosas gratis dan más placer que esto. El lado fresquito de la almohada debería ser considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
3. Coger el móvil esperando un Whatsapp y que de repente llegue. ¿Habrá sido el azar, el destino, una casualidad de mierda? Seguramente lo tercero pero no deja de ser un buen sentimiento.
4. La mañana después. Sí hablamos de eso. Cuando te vas a tu casa por la mañana con una sonrisa en la cara y unos aires de grandeza que ni el mismo Julio Cesar.
5. Que una chica/o te sonría por la calle. Hay muchas probabilidades de que sonriera a la persona que estaba detrás de ti pero bueno. No vamos a negar que es agradable. En una bar mola incluso más. Si es en un bar con barras de metal y chicas ligeras de ropa bailando en ellas no cuenta.
6. Acabar en primera fila en un concierto. Sin sangre de por medio. Que la euforia, los gritos, los bailes -y el alcohol- te lleven a los pies de tu ídolo no está nada mal.
7. Aprobar un examen habiendo estudiado poco o nada. Aún es mejor si se lo restriegas a los colegas que han sacado un 4.8 (temas morales a parte). Feel like a boss.
8. Que una mujer diga “SÍ”. Nuestro animal mitológico favorito. Da igual que sea a una invitación a una cita, a un “¿te parezco feo?” o a un “¿tienes novio?”.
9. No madrugar. No poner el despertador, despertarte con el sonido de los pajaritos y levantarte de simple aburrimiento nos encanta a todos. ¡Qué llegue el verano ya!