Si eres un aventurero descubriendo el mundo eres un afortunado. Los que seguimos en el día a día sabemos lo que hay cuando empieza cada semana y la felicidad que significan los fines de semana. Así pues, nuestra rutina es algo así.
1. Lunes pesados. Pensar que queda toda la semana por delante es un: ¡MATAME! Madrugar este día debería ser delito, todo el día en sí se hace pesado deseando que se acabe ya.
2. Martes indiferentes. Por lo general el segundo día de la semana no le damos casi importancia, simplemente nos dejamos llevar y lo dejamos pasar sin más.
3. Miércoles asquerosos. ¿Qué tienen los miércoles que no suelen gustar? ¿Es porque está en medio? Preguntas sin respuesta…
4. Jueves o mejor dicho “Juernes”. A puntito de llegar al viernes estamos más animados, hacemos las cosas con más entusiasmo.
5. Viernes alegría máxima. Se acabó la espera ha merecido la pena, ansias con que llegue la noche en que puedas relajarte un poco y deseando no madrugar.
6. ¡Por fin sábado! Hay que aprovechar este día al máximo, descansar y pasarlo bien.
7. Domingos depresivos. Aunque no se haya madrugado este día, somos conscientes de que lo bueno dura poco y así va transcurriendo el domingo sin ganas de hacer nada porque el temido lunes está a punto de llegar.
Un círculo vicioso que se repite y se repite. Sin embargo si eres estudiante o profesor no hay mucho de que quejarse cuando llegan las vacaciones de navidad, semana santa, verano y no hablemos de los puentes… A quien quiero engañar, nos gusta la buena vida.