Las 6+1 personas que nunca faltan en las bibliotecas
Nunca faltan. De hecho, me pregunto si a alguno de ellos les pagarán como actores para que siempre estén. Son clásicos.
1. La persona postureo.
Estamos ante ese o esa joven que llegan, dejan miles de “apuntes” (hojas en sucio y libros de la biblioteca) sobre la mesa para guardarse sitio, y se van, no sin antes hacer una foto. Estarán en la cafetería o en el bar más cercano, tomando unas cañas, hasta que vuelvan por la tarde y estén una horita y media subrayando algo. Dura vida la del estudiante.
2. El patio de vecinos/gallinero.
Aquel grupete tan majo que madruga únicamente porque en la biblioteca se habla mejor. Normalmente se sentarán cerca de ti y estarán hablando todo el día, hasta el punto que tengas que irte a otro lado. Si haces el típico “shh” se reirán (les comprendo, a veces he estado en ese puesto, y hace gracia), por lo que no hay solución posible.
3. La persona modelo.
Normalmente es una mujer, porque nos referimos a esas personas que llegan a la biblioteca a las 9 de la mañana con unos, como dice la canción, “taconazos hasta el Sol”. Se trata de esas personas que han llevado el concepto de ligar en la biblioteca a otro nivel. A ver, que cada uno puede hacer lo que quiera. Pero es que hacen mucho ruido, jo.
4. La pareja.
Siempre existen parejas en la biblioteca, gente que ves por la calle y dices: “Si, son novios”, y que lo sabes únicamente porque les has visto estudiando juntos. Los que estudian. Luego hay gente muy salvaje que no tiene casa, donde la biblioteca es una opción para desatar su pasión a la vez que sus padres creen que estudian.
5. La persona “take a break” o estudiante a jornada parcial.
Se parece a la persona postureo, pero en plan discontinuo. Se toma descansos cada diez minutos, y dos cafés por hora. A las 9 llega y baja a por café hasta las 9:30, a las 10 baja a toarse un descanso hasta las 10:30…y así.
6. La persona opositora.
Puede que no esté estudiando oposiciones, pero lo parecerá. Estará en la biblioteca antes de que abran, se pondrá sus tapones, mantendrá la mirada fija en sus apuntes y no la levantará hasta las 14:00, para comer un bocadillo en 5 minutos y volver a estar estudiando hasta que la biblioteca cierre. Y, en mi ciudad, cierran de madrugada. Imaginaos. En el caso de que sea alguien irascible, probablemente oirás un “shhh” cada vez que pases una página.
7. La persona ausente.
Exacto. Tú también tienes hueco en esta lista. Eres esa persona que estudia en su casa, que no va a la biblioteca por nada del mundo, y que no entiende como la gente no se distrae en la biblioteca. Te pasas el día en tu mesa, en la cocina, y hablando solo. En la biblioteca también nos distraemos, es verdad. Pero si no vas, no entenderás nunca esta lista.
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