Vivimos en tiempos donde todo está conectado. Tiempos de una globalización feroz y, en nuestro día a día, lidiamos con todo tipo de relaciones, desde personales hasta digitales: saludar al vecino y ver qué posteó tal amigo en sus redes sociales. Cosa de nuestro día a día, cosa que no tiene nada de malo, pero, ¿nos estamos dedicando un pequeño tiempo a nosotros mismos? La soledad también tiene sus virtudes, no es tan mala como se pinta, pero claro, todo con medida, no os vayáis a convertir en ermitaños que no es esa la idea.
1. El tiempo que pasamos a solas es en el que nos descubrimos
La soledad es un ambiente libre de distracciones, una desconexión del mundo y del otro, es donde solo queda el yo con el yo, por lo tanto, es el mejor ambiente para encontrarse y descubrirse: crecer como individuo.
2. El mejor tiempo para cicatrizar las heridas del corazón, espíritu y alma
Tomarse un tiempo a solas para sanar las heridas, encararnos a nosotros mismos, pensar las cosas mejor o simplemente aprender a convivir con lo sucedido.
3. De los mejores ambientes para crear
Desde científicos hasta artistas han tenido que aislarse largo tiempo para poder concebir sus creaciones. Como se ve en la película de Trumbo, él encerrado en la bañera escribiendo a solas.
4. Relajación
Encerrarse, iluminado solo por velas, dejar sonar un buen jazz y tumbarse sobre la cama. Igualmente, relajante puede ser una larga ducha -no olvidar la música-.
5. Sentarse a pensar
En momentos de crisis o de enfrentarse a duras decisiones, después de haber escuchado algunos consejos y opiniones, podría ser un buen momento para cerrar la puerta y dejar al mundo afuera y sentarse a pensar.