Porque con una relación te chocas. Aparece de repente, te aborda y a veces cuando ni siquiera te has recuperado del impacto, se va. Y siempre te deja alguna rallada en el chasis.
La vida es un caos. Ésta debería ser la única premisa con la que viviésemos todos. Debería estar colgado en todas las aulas de todos los colegios del mundo.